Cuando la confianza y la autoestima en uno mismo están alterados, es difícil plantearse retos, o llevarlos a cabo y superarlos.
Normalmente, si te encuentras una montaña frente a ti y tus pensamientos te dicen: «es muy alta.», » no puedo subir», «la próxima vez lo intentaré.», y cosas por el estilo, estás teniendo pensamientos irracionales de miedo y desconfianza en tus propias capacidades.
Sin embargo, cuando ocurre todo lo contrario, te desafías a ti mismo, no das credibilidad a tus pensamientos, y los discutes, los cambias por otros más realistas o positivos, como por ejemplo: «voy a subir la montaña», «puedo hacerlo», «quiero superarme», te puedes empezar a preparar para actuar, el proceso empieza por poner voluntad en haccerlo, preparar la mochila, buscar las rutas a seguir, y decidirse a comenzar la aventura.
Cuando te enfrentas a algo que temes, puedes sentir una ligera sensación de vértigo, pero una vez vas ascendiendo, puede ser que el camino no te resulte tan difícil como creías que era, puedes sentirte bien porque estás enfrentando una situación incómoda, y resulta que estás disfrutando de un paisaje espectacular, de ver la naturaleza en todo su esplendor, y sentir que a cada paso que das, la mochila que llevas en la espalda se va vaciando, van desapareciendo las inseguridades porque te vas enfrentando a lo desconocido, y aumentando tu confianza. Por otra parte, también puede ocurrir que te encuentres con unas pendientes increíbles y te den ganas de dar la vuelta, puedes elegir continuar, o no, porque tu decides sobre ti, el hecho de dar la vuelta, no quiere decir que sea malo, simplemente es una decisión que tomas, y has valorado, en ese momento, y en esas circunstancias, no continuar.
También puede ocurrir, que te encuentres con un cruce de caminos, donde te tocará decidir, si sigues con la ruta que te habías marcado, o si te aventuras a coger otra ruta que no sabes donde te llevará, pero puede ser igualmente bonita y agradable, en ocasiones la llegada a la cima es intransitable, sin embargo el hecho de estar con tus pensamientos, el esfuerzo realizado, y haber cambiado el no puedo, por pasar a la acción, ya es una superación en sí misma, la fuerza, la seguridad, y disfrutar del camino, es algo que se hace aventurándose.
Quizás no llegues al destino esperado, pero a donde vayas, irás con más seguridad y confianza en ti y tus capacidades.
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